Comprende que las emociones suben y bajan
Las emociones no dejan de ser unas “etiquetas” que le damos a los procesos químicos que se generan nuestros cuerpos, combinados con las formas en que nuestro organismo pensamiento e impulsos reaccionan ante ellos. Podemos, de hecho, cambiar una emoción, nuestra química, al cambiar nuestras percepciones o perspectivas, nuestros comportamientos o las situaciones en las que nos colocamos.
Es conveniente a veces realizar algunas respiraciones lentas y profundas mientras observamos nuestros cambios internos. Cuanto más rápidamente dejemos que se disipe la influencia de los factores desencadenantes externos y nos guíe nuestro centro interno, antes podremos ver hacia dónde nos dirige nuestro corazón. En la vida hay momentos buenos y momentos malos, las emociones nos indican cómo nos encontramos, pero no es conveniente dejarnos “secuestrar” por ellas. No existen emociones malas, pero sí hay que procurar tener momentos de reflexión e introspección, cuando algo nos preocupa o incomoda, aceptando ese momento vital y tratando de buscar soluciones de forma madura y racional.